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Estación Constitución: Un “Cromañón” en potencia (*).

Los pasajeros de los ferrocarriles vivimos a diario situaciones de riesgo. En este último tiempo las noticias sobre accidentes y descarrilamientos son frecuentes. De hecho, una de las agrupaciones que integro (1) viene denunciando lo pésimo que se viaja y el estado crítico en que se encuentra el ferrocarril argentino, en general, y la línea Roca, en particular.

En esta oportunidad, me gustaría alertar nuevamente sobre una de esas situaciones de riesgo. Y que, paradójicamente, no ocurre arriba del tren sino al descender del mismo.

Hace algunos años se instalaron puestos comerciales en los andenes de la estación Constitución (de la Línea Gral. Roca) -principalmente en el sector dónde estacionan las formaciones eléctricas- sumándose a los puestos “ambulantes” que existían, en mayor o menor medida, con anterioridad.

Estos puestos comerciales (kioscos, despachos de comidas rápidas y bebidas) ocupan un tercio de la plataforma. Una superficie bastante grande en relación al ancho de la misma, reduciendo notoriamente el espacio que tienen los pasajeros que ascienden y descienden del tren.

Amén de apreciarse en dichos puestos graves falencias en las condiciones de higiene, también se pueden observar que sus instalaciones eléctricas son muy precarias: enchufes y cables van por suelo…y aire. A esta situación (que ya es riesgosa) hay que sumarle que los días de lluvia – y gracias a los numerosos vidrios faltantes en el enorme techo de la zona de plataformas, otra queja frecuente, sin solucionar- el agua se cuela en gran cantidad formándose charcos sobre el piso; sobre el mismo suelo donde van y vienen los cables y enchufes; por lo cual, todas las personas que allí transitamos (pasajeros, empleados, los mismos vendedores, entre otros) estamos expuestos a una combinación mortal: electricidad + agua...no hace falta aclarar cual puede ser el resultado de tan peligrosa fórmula.

Decía antes, que los puestos más grandes ocupan un buena parte del andén, haciendo muy complicado el tránsito cuando los usuarios tenemos que descender de los trenes y llegar a la salida. En horario pico se hace insoportable. Es una “procesión” de “fieles usuarios del Roca” que avanzamos por la plataforma, apretados y a marcha muy lenta, hasta el hall central, gracias también a otro factor que ayuda a que esta situación se produzca diariamente: las vallas de control de pasajes.

Si los puestos, por si solo, entorpecen el tránsito por el andén; las vallas de control son el motivo de lo que se conoce como “cuello de botella”; son el último obstáculo a sortear por el pasajero antes de llegar al hall. Por lo visto, no solo viajamos como ganado….así nos tratan también.

Pero esta última situación, descripta con una pizca de humor, que a más de uno le puede parecer irrelevante, no lo es.

Dejando el humor de lado, porque es algo serio, ésta situación cotidiana y rutinaria, un día, puede convertirse en una tragedia. Y me explico con un ejemplo hipotético que, ruego, nunca ocurra (2):

Llega una formación eléctrica a Constitución. Un tren lleno de pasajeros, arriba a la plataforma Nº 4. Normalmente hay otra formación en la Nº 5 esperando la salida (o viceversa; por lo tanto, el andén se convierte en un callejón: trenes de ambos lados.

(Vista de los andenes 4-5. Cabe aclararse que la foto se obtuvo un sábado a la tarde. Los días de semana, y en horario pico, el caudal de pasajeros es muy importante y en la plataforma se inicia la "procesión". Arriba, la falta de vidrios en el enorme techo ofrece, cuando llueve, un aguacero también sobre los andenes. Foto L.P.)



(Aquí se puede observar cuando el anden se convierte en un callejón por los dos trenes estacionados en plataforma. Foto L.P.)

Cualquier motivo que genere pánico en los andenes (caída de vidrios del techo (3), incendio, etc.) provocará una corrida desesperada de los pasajeros. ¿Hacia dónde? Instintivamente se correrá hacia la salida. La primera obstrucción importante son los puestos comerciales. La segunda, las vallas de control. A ésta altura el amontonamiento de gente desesperada -empujándose, apretándose, pisándose- con el solo fin de salir al hall central desatará una tragedia.

¿Correr hacia las vías? Otra vez, los puestos entorpecerán y, esta opción, continúa siendo muy riesgosa. Quizás, no tanto como la primera, pero, me parece, que la gente instintivamente va a correr en dirección a la salida: el hall.

¡Ojo!, esta situación igualmente ocurriría si no hubiera otra formación estacionada. Porque los andenes para las formaciones eléctricas, son altos. Tienen, por lo menos, un metro y medio de altura. Y saltar a la vía no es fácil. Nada fácil. Y subir, mucho menos aún. ¿Qué harían en este hipotético caso personas con movilidad reducida, embarazadas, ancianos y niños?

Pero, hay otro factor que –hoy por hoy- se suma para complicar más el panorama: comenzaron a instalarse en algunas de las salidas de dichos andenes, grandes estructuras de caños (andamios) para realizar arreglos. A raíz de esto, los espacios para salir de los andenes son, todavía, más reducidos; por lo tanto, todo se hace más complicado…y peligroso.


(Vista parcial salida andenes 4 /5. La salida, en la zona de control, se encuentra reducida por las obras. En el recuadro, una de las conexiones eléctricas. Foto: L. P. )

Y falta denunciar otra cuestión –grave, también- que potencia el peligro arriba descrito: no hay una salida de emergencia. Mejor dicho, existe. Pero no está señalizada ni preparada como tal. ¿Cómo es esto?

En el andén Nº 1 hay un portón enorme que conduce a la calle Lima (una de las laterales de la estación), pero dicho portón está obstruido permanentemente por un enrejado que corre a lo largo de toda la plataforma, por construcciones de material (depósitos) y por camiones que cargan y descargan mercaderías para los puestos. Es decir, la única salida de emergencia (o la que serviría como tal) está cerrada al paso de forma intencional.

¿Cómo calificar semejante irregularidad? ¿Irresponsabilidad? ¿Negligencia? ¿Desidia?...cualquiera de estos términos –o todos juntos y algunos más también- no alcanzan.

(Vista desde plataforma 2-3 del portón que comunica a la calle Lima -posible salida de emergencia- enrejada. Fotos L.P.)

Más arriba, hablaba de fórmulas. Veamos como queda ésta:

PUESTOS COMERCIALES (grandes y chicos) + ANDAMIOS TUBULARES + SALIDA CLAUSURADAS + VALLAS DE CONTROL (ELEVADO A LA POTENCIA POR AUSENCIA DE SALIDA DE EMERGENCIA) = TRAGEDIA LATENTE.


(Pasillo entre plataformas 2-3 y 4-5. Obsérvese el espacio reducido por el andamio. Y al fondo, se aprecia coxeccción al portón a la calle Lima, cerradapor rejas y chapa. Foto L.P.)

Falta un hecho detonador que obligue a una evacuación de zona de andenes para consumarse la tragedia. Y si no ocurrió todavía, fue solo por fortuna… ¿Difícil que ocurra? ¿Qué pasó en Cromañon?

Lo más escandaloso: todo está a la vista, los responsables tienen pleno conocimiento de esta situación pero nadie hace algo para remediarlo.

Y hablando de responsables, pregunto: ¿quién maneja la concesión de esos puestos comerciales sobre los andenes? ¿Quién cobra el alquiler por éstos? ¿Cómo se maneja la concesión de los mismos? ¿Es responsabilidad de la concesionaria del ferrocarril –hoy UGOFE SA? (4). Es el día de hoy que no pude tener respuestas a éstas preguntas. Todos son rumores, ninguna certeza.

Preguntas y más preguntas:

¿En qué condiciones trabajan los empleados en estos puestos? ¿En qué condiciones se encuentran los alimentos que allí se venden? ¿Cuál es el origen de las mercaderías en venta?...y no pregunto más porque ya con esto, creo que es suficiente.

En la estación Constitución, luego de la reforma edilicia, hay numerosos locales disponibles para reubicar estos negocios. Lo que además sería beneficioso para los propios empleados que los atienden.

¿Por qué usar los andenes? Éstos, como hemos visto, deben ser lugares libres de todo obstáculo; y usados únicamente para el tránsito de los pasajeros que ascienden y descienden de las formaciones. No, como un shopping.

Lógicamente, ni los empleados que atienden esos puestos ni los vendedores ambulantes que trabajan diariamente en pésimas condiciones laborales, tienen la culpa de esta situación. De hecho, ellos son los que más expuestos están a los riesgos aquí denunciados.

A los responsables hay que buscarlos en otros niveles...

Hoy por hoy, y desde hace años, al igual que los trenes, la Estación Constitución es una bomba de tiempo.

Por favor, que alguien tome cartas en el asunto, antes que debamos lamentar víctimas.

Por Juan Pablo Gómez
Burzaco, 25 de enero de 2008.

Referencias:

(*) La comparación de la situación ferroviaria con lo sucedido en Cromañon es planteada, en sus denuncias, por el grupo de usuarios Pasajeros del Roca (www.pasajerosdelroca.blogspot.com).

(1) “Recuperemos el Tren” (Grupo SUER + Pasajeros del Roca + Mejoremos el Tren) es un grupo de usuarios del ferrocarril Roca que desde el año 2005 vienen denunciando la crítica situación en la que se encuentra el servicio. Y lo viene haciendo a través de denuncias, petitorios, y diversas campañas públicas. Su dirección web es www.pasajerosdelroca.blogspot.com

(2) Esta denuncia el autor la había hecho pública en su Carta Abierta a Metropolitano, en mayo de 2007 (Ver http://unamiradadesdelsur.blogspot.com/2007/05/carta-abierta-metropolitano.html y en http://unamiradadesdelsur.blogspot.com/2007/09/paro-en-el-roca-trenes-sin-rumbo.html). También a través del grupo de usuarios mencionado en la referencia (2).

(3) El 9/10/06 cayó un vidrio e hirió a tres pasajeros
(http://www.clarin.com/diario/2006/02/10/laciudad/h-04502.htm). No fue la primera vez.

(4) En dos oportunidades, al menos, asenté la queja por escrito frente a la situación arriba descripta. La última, al actual concesionario, UGOFE SA. la hice el 21/01/08 pero todavía no me llegó la respuesta. Figura en el libro de quejas en el Folio 3236. De todas maneras, es necesario que la situación tome estado público de forma urgente.

Comentarios

Alejandro ha dicho que…
como nos tiene acostumbrados.. un excelente informe!

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