Ir al contenido principal

La ciudad “Bob Marley”…o nos llenaron la cocina de humo (I)

Breve advertencia.
El humo es un trastorno, lo sé. Genera complicaciones de todo tipo. Lo sufren todos (y más aún los alérgicos y los niños). No es un tema menor. Pero esta vez, las siguientes líneas van con un poco de humor, porque para amargarnos tenemos a los politicos y los noticieros.
A veces, conviene tomar las cosas con un poco de "HUMOr".

Hace unos días ya, la ciudad de Buenos Aires fue invadida por una humareda que no se quiere ir. ¿Estarán fumando la “pipa de la paz” los del campo con el gobierno, en la rosada?. ¿O será un adelanto de la legalidad de la marihuana que se rumoreaba en los medios?.

Los que acostumbran a viajar en los trenes, dónde todavía existen furgones para bicicletas, se están preguntando si Buenos Aires se habrá convertido en un gran “furgón”, dónde como en éstos el humo lo invade todo…y no solo de cigarrillos legales, aclaro. Por algo, Miriam, una conocida mía y usuaria del servicio diesel del Roca, lo llama el vagón “Bob Marley”.

Capital Federal y alrededores se convirtió en una gran “quema”, emulando las numerosas que existen en el conurbano bonaerense. Y en esta ocasión el humo no discrimina, se huele igual en Pompeya que en Barrio Norte. En San Isidro como en el “Docke” (Dock-Sud). En Uruguay como en Argentina. ¡Si!, el humo nos une pero es una lástima que no nos deja ver. ¿Será otra manera de recordarnos que hay mucha gente que vive en zonas marginales del conurbano y conviven (o mejor dicho, con-mueren) todos los días con las quemas de los basurales(en buena medida de los porteños), soportando olores de este tipo, y más nauseabundos todavía?. Que lo recuerden mejor los dirigentes municipales que nada hacen para cambiar esa situación.

Menos mal que el humo viene del Norte, porque si lo hacía del Sur seguramente más de uno de los “bienudos” de esos lares estarían pensando que eran “los negros” del sur que estaban quemando gomas en algún piquete. O el humo de los asados de los albañiles. Pero no se olviden que los “piquetes” dejaron de ser exclusividad de los “negros” porque también es una moda muy paqueta, che!. La diferencia es que los de antes se hacían por hambre y necesidad. Y los de ahora –o más recientes- fueron por la “necesidad” y el “hambre” de ganar más.

Y el gobierno, como es su costumbre, empezó a buscar culpables y el “humo” le viene de perillas para seguir dándole leña al “campo”. ¡La culpa la tiene el campo!. Incluso, dicen, que Nestor mandó a D´Elía a que recupere la Plaza que la copó el humo. Pero su súbdito se perdió, porque no ve absolutamente nada. Los están buscando por González Catán. Además el “pugilista” está desorientado porque no sabe como descalificar al humo. No es un “blanco de mierda” porque más bien es grisaceo.

Otro dato, en la búsqueda de la “fuerza de choque” se encontraron con De la Rua, que todavía está “perdido” y desorientado, sin encontrar la salida.

Dicen que Cris está como loca, odia que su pelo tenga olor a humo. Y que se impregne en su ropa. Durante su descanso anda desnuda en Olivos y con una cofia en su cabeza.

Los uruguayos, otra vez, culpan a los argentinos. Dicen que reubiquemos el país porque contaminamos. ¡Ah viejo, no! que primero saquen a Botnia y despúés, si, nos vamos.

Ya están pensando en filmar una película. En realidad, quieren hacer la remake argentina de “La Niebla” que, en esta ocasión, se va a llamar “El humo” o “La humareda”. Y en esta versión también van haber zombis. Nos van a filmar a todos los que venimos a trabajar a Capital. ¿No vieron a esa masa de gente bajar de los trenes, tomar el subte, y caminar a sus trabajos como autómatas?

Como diría el otro gran "negro". ¡Que lo parió Mendieta!...De buenos aires, a Buenos Aires, hoy le queda poco y nada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

(Burzaco) Rotonda "El Vapor": De nombres, palmeras y helicópteros.

¿ Sabía usted por qué le dicen "El Vapor"?. La licenciada Silvana Rodriguez (citada también en otras entradas anteriores ) nos trae la respuesta: El cruce de las actuales Avenidas Espora y Moteverde, conocido como “Rotonda El Vapor”, tiene una historia interesante. Este cruce es conocido desde principios del siglo XIX, ya que se trata de los caminos más antiguos que tenemos. En ese entonces una de las industrias más importantes eran las graserías, donde se manofacturaba parte del ganado que se carneaba en las estancias mucho más al sur; estas graserías eran conocidas como “vapores”, por las emanaciones de sus chimeneas. Así a principios de 1800 una grasería se instala en las inmediaciones de este cruce y con el tiempo se empezó a conocer como cruce del “vapor”, actualmente “Rotonda El Vapor”. A principios del siglo XX se confunde este nombre, la grasería ya no existía, con El Vapor de la Carrera, barco que cruzaba el Río de la Plata uniendo la ciudad de Buenos Aires con Colo

De golosinas y kioscos de nuestra infancia. Con nostalgia y un poco de humor (Parte I).

Si hay algo que uno recuerda con cierta añoranza son los kioscos de nuestra infancia. Aquellos lugares especiales donde uno entraba, y deseaba todo lo que en él había. Lógicamente del deseo al hecho había mucho trecho…Y eso estaba directamente relacionado a la posibilidad –generalmente económica- de compra de nuestros padres; algo que uno de niño no entendía, pero la vida te lo va enseñando a la fuerza… Por lo cual había golosinas que se convertían en deseos permanentes y hasta, a veces, incumplidos. ¿Quién no se ha sacado el gusto, ya de grande, de probar esa golosina de la que fuimos privados en nuestra infancia?, los motivos podían ser muchos, pero generalmente prevalecían dos: porque nos podían hacer mal o porque era cara. A veces la primera servía de excusa para no amargarnos con la segunda. Pero de adultos, al re-descubrir esa golosina en el kiosco, no podemos excusarnos y concretamos ese viejo anhelo. Pequeños placeres, que le llaman. Y si hay algo que podemos afirmar es que,

Mis vecinos están de fiesta...

Y cuando ellos festejan algo, sabemos muy bien lo que va a pasar. De hecho, está pasando en este preciso momento; en la casa contigua. Sus vecinos, o sea nosotros y, me arriesgaría a decir toda la manzana, estamos escuchando su música a todo volumen. Y para colmo de males… cumbia. Cumbia y gritos. Porque también acostumbran acompañar la “melodía” con gritos, gritos de alcohol, supongo. De cerveza o vino, da igual. Acaban de escucharse dos alaridos seguidos. Y los enganchados de cumbia que no paran ni un minuto…este ritmo tan pegadizo…porque te pega en el marote como un martillo. Digo, me pregunto, ¿ por qué no se quedará afónico mi vecino? Corrección, ¿por qué no se quedará afónico mi vecino y el que lo acompaña en su grito?, hacen un duo. Dos, a falta de uno. Pero esto recién empieza. Este coctel explosivo (para las cabezas de sus vecinos) de cumbia, gritos y vaya a saber que más durará toda la noche. Hasta las 8 am aproximadamente. Si, si….son de larga duración. Y al final vendrá la