Ayer a la noche, luego del laburo, regresaba a casa en el tren. Estaba cansado pero, por suerte, pude conseguir asiento. De pronto, en Plaza Constitución subió uno de los tantos vendedores que nos ofrece -a grito pelado- los más variopintos productos (cds, chips para celulares, tijeras, agujas, etc) para la cartera de la dama o el bolsillo del caballero. Alimentos, para los espíritus hámbrientos...y bebidas, para los sedientos (la cerveza -aunque prohibida- sale como agua).
No voy a ahondar en este momento en el orígen de los productos y, mucho menos, en la falta de las condiciones de higiene para los alimentos. Todo está a la vista. Nada está oculto. Y seguramente la gran mayoría de los muchos vendedores están ahi para sobrevivir, para llevar el mango a su casa. Otra es la cuestión de los que no están a la vista, los que manejan el negocio y seguramente de los proveedores.... Pero tampoco me voy a meter en un área que no me corresponde.
No voy a ahondar en este momento en el orígen de los productos y, mucho menos, en la falta de las condiciones de higiene para los alimentos. Todo está a la vista. Nada está oculto. Y seguramente la gran mayoría de los muchos vendedores están ahi para sobrevivir, para llevar el mango a su casa. Otra es la cuestión de los que no están a la vista, los que manejan el negocio y seguramente de los proveedores.... Pero tampoco me voy a meter en un área que no me corresponde.
No se si coinciden conmigo que hay vendedores y vendedores. Algunos son muy molestos y a puro grito ofrecen su artículo y ya. Y otros, generalmente en los colectivos, hacen de la venta en la "vía móvil" un arte. Éstos últimos son capaces de venderte tijeritas chinas como si estuvieran ofreciéndote un producto de tecnología revolucionaria. Y muchas veces, creo yo, que uno les compra no necesariamente porque te sirva lo que te vende sino porque, inconscientemente, le agradecés de este modo lo entretenido que estuviste mientras duró su alocución. Un verdadero vendedor.
Ésta vez, nuestro amigo ambulante ofrecía su producto como si de una pócima mágica se tratara: la "pomadita china", traída especialmente por él mismo "del barrio de los chinos (?)".
Pero ¡ojo!, no era cualquier pomadita...era "la original". La que, según nuestro vendedor ( y no leía prospecto alguno sino que lo sabía de memoria), calmaba toda clase de dolores (anoten):
* dolor de cintura, de cuello, de espalda, de rodilla, de tobillo, dolores de talón...y la lista seguía.
Ésta vez, nuestro amigo ambulante ofrecía su producto como si de una pócima mágica se tratara: la "pomadita china", traída especialmente por él mismo "del barrio de los chinos (?)".
Pero ¡ojo!, no era cualquier pomadita...era "la original". La que, según nuestro vendedor ( y no leía prospecto alguno sino que lo sabía de memoria), calmaba toda clase de dolores (anoten):
* dolor de cintura, de cuello, de espalda, de rodilla, de tobillo, dolores de talón...y la lista seguía.
* golpes, torceduras, esguinces, para picaduras de bichos colorados, mosquitos, quemaduras
* dolor de cabeza, dolor de muela, artritis, lumbago... y aquí, agarrense los dotores y laboratorios, porque también es un remedio para la TORTOCOLIS (sic). Si, si, escuchó bien: Tortócolis, y lo repitió varias veces. Dudé: o lo dijo en inglés, que no creo, ¿ o se refería a la "tortícolis"?. Que se yo, quizás la "tortocolis" sea una variante más grave que la la primera. Vaya uno a saber.
Pero...¡como si esto fuera poco!, también nos ofreció otro producto 100 % "natural", con otra introducción ( a manera de explicación para los neófitos) diciendo algo asi como:
"....Para las personas que no la conocen es un bicho largo asi (haciendo gesto con sus brazos), con una cola laaarga...en el campo seguramente la conocen: La iguana. Porque seguramente hay gente que la conocen y otros que no la conocen..."
"....Para las personas que no la conocen es un bicho largo asi (haciendo gesto con sus brazos), con una cola laaarga...en el campo seguramente la conocen: La iguana. Porque seguramente hay gente que la conocen y otros que no la conocen..."
Abreviando, ¿era uno de estos bichos lo que nos quería vender?...no, no, tranquilos. Todavía no he visto en el tren vendedores de animales...(por ahora) aunque muchas veces los pasajeros parecemos ganado por como viajamos, y también -hay que decirlo- muchos se comportan como tal cuando el tren llega con el solo hecho de conseguir un asiento. El producto para aprovechar, señora, señor, distinguido pasajero era "la grasa de iguana" , producto 100 % natural, según él (y es palabra santa!) que, para ser más breve, sirve para lo mismo que la pomadita china.
Ah!...¡y todo por una bicoca!..$ 2 (do peso) la pomadita china. Y 5 mangos la grasa del bicho....perdón, de la iguana, que se vende en su envase original de 30 gramos.
Ah!...¡y todo por una bicoca!..$ 2 (do peso) la pomadita china. Y 5 mangos la grasa del bicho....perdón, de la iguana, que se vende en su envase original de 30 gramos.
¿Para aprovechar, no?. Deme dos.
Nota: Tanta gracia me causó su speech que cuando se estaba yendo de mi vagón, me levanté -¡resignando mi valioso asiento!- y me fuí a grabarlo en audio al vagón siguiente. Y todo para que ustedes lo puedan escuchar...pero todavía no pude subir el archivito al blog. ¿Algún vendedor me puede orientar?. Gracias.
¿Vendedores ambulantes?...no, no, no...¡de ilusiones! (Foto Diario La Nación)
Comentarios
vení, vení, vení jugate YA.