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OVNIs...mi otra gran afición.

Desde los 13 años me ha fascinado todo lo relacionado a los OVNIs. Una fascinación que se inició con la lectura de una vieja revista que, paradójicamente, se la había comprado para mi hermana mayor. Era uno de los primeros números de “Más Allá de la Cuarta Dimensión”, de los años 70, que editaba Fabio Zerpa.

Paulatinamente el interés fue in crescendo. Me devoraba –y recortaba- todas las noticias que llegaban a mis manos. Unos años después, comencé a nutrirme de material bibliográfico que adquiría en las recorridas por las librerías (de viejo) de Av. Corrientes y de los parques Rivadavia y Centenario. Periódicamente me tomaba un día del fin de semana para visitar cada uno de estos lugares y regresaba a casa con más de media docena de libros (que los leía, por supuesto, aunque algunos con mayor interés que otros, claro)

Promediando la secundaria, participé por primera vez en un programa radial en una FM del barrio de Lomas de Zamora, FM Lomense. Era un programa sobre astronomía que se llamaba “Una ventana al Universo”. Lo conducía Norman Witthall y su señora. Norman era aficionado a la astronomía y, en ese entonces, fabricante de telescopios. Fue el primero en ofrecerme hacer un micro sobre el tema.

Ya habiendo finalizado los estudios secundarios, estuve en FM Cooperativa, de Banfield, trabajando como operador (en esto no era bueno: cero de música y encima rompía las púas del tocadisco!) pero además participaba con otro “micro” en un programa de música y tradiciones folklóricas llamado “EL fogón del Sur”. En ese entonces pensé que éste nada tenía que ver con los OVNIS, sin embargo luego comprobé que ésta fenomenología está ligada mucho al campo, sus mitos y leyendas. Y, además, allí me encontré con el primer caso que investigué personalmente. Un caso muy complejo, por cierto. De estos años y de las dos FM tengo gratísimos recuerdos.

Pero la bibliografía únicamente, no saciaba mi interés. Necesitaba buscar respuestas personalmente, salir a buscar a los testigos de forma directa. Así comencé en la investigación activa (aunque el término investigación siempre me quedará grande).

En los años siguientes, pude entrevistar desde experimentados pilotos hasta humildes peones de campo, pasando por policías, maestras, miembros de la fuerza aérea, en resumen, personas de estratos sociales y niveles culturales distintos. A todos los unía un común denominador: brindar desinteresadamente su valioso testimonio. Percibí, muchas veces, la necesidad de estas personas (los testigos) en contar su experiencia a alguien que les “crea” (aunque no era cuestión solo de creer sino de respeto), pues eran vivencias que los impactaban sobremanera. Muchas veces, era receptor de un secreto que no habían divulgado ni a sus familiares más cercano por temor al ridículo. El descrédito (a veces con mala fe) y las burlas son, en buena medida, lo que obliga a los testigos OVNI a guardar silencio.

Decía antes que he viajado, y la mayoría de las veces lo hice junto a personas que me enseñaron muchísimo sobre el tema y también de la vida: Daniel López, Carlos Ingaramo, Claudio Miszka, Paco Martínez, Carlos Vales y Patricio Parente. (Y no me olvido de don Oscar Uriondo, con quién no tuve el gusto de viajar pero si de aprender muchísimo, el no lo sabe pero es un verdadero maestro, sus libros son manuales de consulta permanentes). Con ellos no solo me une el pasado ufológico sino también la amistad del presente, a pesar de que no nos veamos con la frecuencia que uno deseara, el vínculo está fuerte y siempre vigente. Otras de las satisfacciones que me dio este tema.

Volcamos mucho de ese material recogido, en nuestra página web GACETA OVNI. Los invito a conocerla. Si bien desde hace un tiempo no está actualizada con la periodicidad que lo hacíamos antes, tiene mucho material de primera mano, inédito, fruto de los viajes de investigación. Muchos años de esfuerzos, sacrificios y satisfacciones están en esas líneas.



En estos últimos años no he tenido el tiempo suficiente ni el presupuesto económico para continuar viajando (todo sale del propio bolsillo). Por eso hace unos años decidí hacer un “impasse”, lo que no significa que uno haya perdido el interés. La llama de la curiosidad por saber de qué se trata este escurridizo fenómeno siempre está prendida, a veces puede estar en piloto y otras puede calentar como nunca. Y será más temprano que tarde, lo presiento, que retomaré la senda por la que acostumbré a transitar en busca de respuestas pero también de gente, lugares, momentos y vivencias.

Voy a iniciar a partir de hoy –mechando con las otras notas- una serie de relatos, pero no enfocados únicamente en trasmitir los casos que durante estos años he podido recoger (y seguramente los que en el futuro vaya relevando) sino también recuerdos y anécdotas de los viajes. Pues, una de las satisfacciones más importantes que he tenido con este tema, fue el conocer lugares que quizás nunca se me hubiera ocurrido visitar y gente, muy pero muy buena gente. De esto, nuestro país, está lleno….pero, como dice Juan Carr los malos tienen mejor prensa.

Foto introducción: Escena del film "Encuentro Cercano del III Tipo" (S.Spielberg)

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