Cuando de pibe -a los 11 o quizás 12 años- quise ir a fútbol, tenías que ir primero con Tito. Y Tito, hombre de baja estatura pelo algo rubión (en lo de la estatura no hay dudas, en cuanto al pelo no lo puedo asegurar porque quizás mi recuerdo no sea exacto, pero que importa). Tenía un hablar pausado y lo hacía en un tono bajo que, a veces, era casi inaudible.
Y éramos muchos los pibes que hacíamos fútbol con Tito. En ese entonces el no dirigía el fútbol infantil sino que era como una "canterita", luego probablemente él elegía entre los que tenían más o menos habilidades para pasarlo al equipo de "baby" (baby o papi que se yo, siempre me confundió el término). Era lo que luego se llamó "la escuelita", en la cual yo habré repetido porque nunca llegó el ansiado pase...Para ser sincero, en mi caso, el término "canterita" se ajusta muy bien... por lo piedra que era. Ni se me ocurría pensar que hubiera una conspiración en mi contra que no le permitía a Tito elegirme, yo sabía que la habilidad con la pelota me había sido negada, quizás por eso luego decidí atajar, porque en el arco más o menos me defendía. No era un arquerazo pero con voluntad y siempre dispuesto a tirarme cumplía con mi rol en el equipo, unas cuantas pelotas sacaba....Fueron testigos mis piernas que tenían raspones y "frutillas" crónicas, y también los "pitucones" que terminaban colgando de las rodillas de mis pantalones...
Pero volvamos a Tito.
Ahí estábamos, un piberío ilusionado cuando Tito llegaba a la canchita de cemento que estaba en el ovoide central de la pista de atletismo; sacaba dos o tres pelotas dependiendo la cantidad de equipos que se podían armar, nos las tiraba en la cancha y decía: Jueguen!. Así nomás.."jueguen". Nada de: -vamos a hacer tal o cual ejercicio, o vamos a practicar tiro libres, no,no. La palabra era ¡jueguen!. Y dicho esto, como si de un conjuro se trataba, los pibes nos olvidábamos de todo y corríamos detrás de la pelota...Y él daba media vuelta y con su paso corto pero ligero se iba en dirección al pasillo de las canchas de bochas.. y entre las sombras se perdía.
Cuarenta y cinco minutos después regresaba. ¿Dónde había estado?...eso no lo sabíamos..ni tampoco le preguntabamos..Ya de regreso, nos miraba un poco jugar, anotaba algo en una libretita o papel...y daba por concluida la hora.
Ya lo dije, no voy a culpar al pobre Tito de que yo no haya entrado al equipo del club, fui claro en que no reunía las condiciones porque, seamos honestos, el fútbol no era mi fuerte (aunque ningún otro deporte tampoco lo fue); sin embargo, una vez me sentí un jugador del club...
Fue cuando Tito me llamó y me dijo: ¿podes venir mañana sábado a las 10.00 de la mañana?...Imagínense, inmediatamente me sentí convocado.
-"Mañana tenemos un desfile en Velez, y necesito que un grupo de los chicos me acompañen”
-"Mañana tenemos un desfile en Velez, y necesito que un grupo de los chicos me acompañen”
Ahí caí en la cuenta de que no era para jugar en el equipo...pero que más da. Le contesté que trataría de estar pero primero le tenía que pedir permiso a mis viejos.
- Podes traer a un amigo- me dijo.
- Podes traer a un amigo- me dijo.
Así que al día siguiente 9 am estaba con Pablo en la puerta del club. Cuando llegó el micro, subimos. Durante el viaje Tito nos dió la indumentaria para que nos cambiáramos....Fue la única vez que pude vestir el equipo completo del club: camiseta, pantalones, medias y... mis zapatillas, claro (que seguramente serían una bochín o similar...nada de botines). Pero no importaba, allá en Velez bajamos contentos porque estábamos representando al club, empilchados con el equipo del club...¡ si hasta "parecíamos" jugadores!. Llegamos incluso a ilusionarnos de que quizás se podía armar un picadito...Pero, lo cierto fue que nos aburrimos terriblemente. Eran un montón de clubes, con sus respectivas banderas, todos encerrados en un gimnasio techado a la espera de salir a desfilar. Una espera de horas... De más está decir que el momento más "entretenido" fue al salir a la cancha de juego, pisar el césped pero solo para el desfile. Otra eterna hora (o dos) parados ahí durante el acto y luego nos retiramos a la tribuna y san se acabó.
Años después, yo trabajaba en el buffet del club. Trabajo que recuerdo con mucho cariño porque la pasaba muy bien. Me gustaba. Y conocí muy buena gente.
Allí hacía de todo un poco pero principalmente atendía el mostrador, o la barra para hablar con propiedad. Y volví a reencontrarme con Tito que seguía con el fútbol de los pibes. Habían pasado 8 o 9 años...y estaba igual.
Fue ahí cuando se develó el secreto para mí; cuando descubrí que ocurría después de que Tito nos tiraba las pelotas en la cancha y nos decía: ¡jueguen!. Supe finalmente lo que ocurría cuando se perdía entre las sombras del pasillo de las canchas de bochas...
Desde la ventana del buffet, lo veía venir...con su paso ligero y corto. Entraba, saludaba y me decía:
Años después, yo trabajaba en el buffet del club. Trabajo que recuerdo con mucho cariño porque la pasaba muy bien. Me gustaba. Y conocí muy buena gente.
Allí hacía de todo un poco pero principalmente atendía el mostrador, o la barra para hablar con propiedad. Y volví a reencontrarme con Tito que seguía con el fútbol de los pibes. Habían pasado 8 o 9 años...y estaba igual.
Fue ahí cuando se develó el secreto para mí; cuando descubrí que ocurría después de que Tito nos tiraba las pelotas en la cancha y nos decía: ¡jueguen!. Supe finalmente lo que ocurría cuando se perdía entre las sombras del pasillo de las canchas de bochas...
Desde la ventana del buffet, lo veía venir...con su paso ligero y corto. Entraba, saludaba y me decía:
-Gomito...un cargado de jamón y queso... esos como los que sabes preparar vos...y un café doble. No recuerdo si el café era solo o con leche pero si recuerdo que los sanguches yo los preparaba bien cargados, desoyendo el reclamo de los jefes que me decían que les ponga una feta de queso y otra de jamón...No, no; yo le metía dos o tres fetas de queso y otras tantas de jamón (y gruesas)....Era por eso que Tito me hacía el pedido a mi. Si era capaz de esperar a que me desocupara, aún debiendo esperar varios minutos, antes que tener que pedírselo a otro. Y el otro, era uno de los jefes. Con el sanguche en el plato y el café servido se quedaba parado en el mostrador escuchando las charlas de la mesa futbolera que todos los días se reunía a la tardecita, el club...
Y así supe, así descubrí, unos cuantos años después, que era lo que hacía Tito durante su ausencia en la canchita donde los pibes corrían detrás de la pelota. Como alguna vez lo había hecho yo.
También supe que Tito tuvo la oportunidad alguna vez de dirigir la primera del fútbol profesional. Había sido décadas antes de ese momento, y por algunos partidos. Según me contaron el técnico se había ido y fue Tito quién los dirigió...con buenos resultados.
¡Lindos recuerdos de aquellos tiempos!. De pibe... y no tan pibe; del glorioso Talleres de Escalada y de su gente.
Vaya para Tito Zarlenga estas líneas, con un poco de humor, a manera de recuerdo.
Juan Pablo Gómez Burzaco, 17/05/17.
Y así supe, así descubrí, unos cuantos años después, que era lo que hacía Tito durante su ausencia en la canchita donde los pibes corrían detrás de la pelota. Como alguna vez lo había hecho yo.
También supe que Tito tuvo la oportunidad alguna vez de dirigir la primera del fútbol profesional. Había sido décadas antes de ese momento, y por algunos partidos. Según me contaron el técnico se había ido y fue Tito quién los dirigió...con buenos resultados.
¡Lindos recuerdos de aquellos tiempos!. De pibe... y no tan pibe; del glorioso Talleres de Escalada y de su gente.
Vaya para Tito Zarlenga estas líneas, con un poco de humor, a manera de recuerdo.
Juan Pablo Gómez Burzaco, 17/05/17.
Comentarios
Un cuento hermoso, con buen ritmo y que genio lo que hacía Tito. En los clubes chicos nadie cobra un cobre. Por eso ese sanguche tal vez era su almuerzo.
Soy clase 65
Alguno tendrá foto del equipo de esa época?
Gracias
Clase 62, junto con Diego Mouso (gran 10). No era muy bueno. Entre como puntero derecho y Tito luego, de no hacer mucho; me pasó de 4.
El Gran Tito.
Tuve la oportunidad de viajar a Uruguay, Pocitos.
Gran época...
El primer dia, cuando me presente, ya me dejo jugar. Asi era el.