(Si mi maestra me hubiera dejado ir al baño antes de subir al escenario…otra sería la historia)
Facebook. La enorme red de comunicación que crece día a día. Dónde, para muchos, los amigos de los amigos son también amigos. Un espacio de encuentros y reencuentros virtuales. De fotos y recuerdos. Con amigos y parientes (cercanos o distantes), compañeros de trabajo y de estudio. Ex compañeros de Universidad (no es mi caso), de secundaria y primaria…(y algunos de jardín probablemente ,pero uno tiene que tener muy buena memoria para recordar sus nombres).
Hoy, entre este menú, elijo “la Primaria”.
La finalicé (si mi memoria no me falla) en el 84 -casi 26 años atrás- en la Escuela Nro. 31 “Tambor de Tacuarí” (así, con el nombre completito como lo repetía en ese entonces). En Lanús.
Con algunos de mis ex compañeros nos estamos reencontrando en el facebook y ya se planea una reunión para juntarnos nuevamente. De hecho tres de ellos ya lo hicieron. Eso disparó en mi memoria recuerdos y anécdotas. Y esta tarde precisamente rememoraba en familia una de éstas que, por cierto, no fue de las más felices para mí en aquellos tiempos. Vergonzosa sería la definición más exacta. Pero como me considero bastante desvergonzado, paso a contarla (seguramente Silvia, Sandra, Karina, Walter, Edgardo, Pablo, Jorge y Adrian lo van a recordar).
Yo estaba en quinto o sexto grado (o sea, bastante grandecito ya). No recuerdo la fecha. Era un acto de la escuela. Esa tarde tenía que representar, más precisamente bailar un gato. Lógicamente estaba vestido para la ocasión: bombacha de gaucho, botas, camisa, chaleco y pañuelo (no recuerdo el detalle del sombrero).
Ahí estábamos en los preparativos antes de subir al escenario mientras otro grupo actuaba.
De pronto, y como de costumbre tan oportunamente, sentí la necesidad de ir al baño. Me estaba haciendo pis. Traté de aguantar, quizás si calmaba los nervios se me pasaba. Con el transcurrir de los minutos las ganas fueron, digamos, muy intensas.
...
Para seguir leyendo: http://reflexionesdeunpadre.blogspot.com/2010/07/el-gatomojado.html
Facebook. La enorme red de comunicación que crece día a día. Dónde, para muchos, los amigos de los amigos son también amigos. Un espacio de encuentros y reencuentros virtuales. De fotos y recuerdos. Con amigos y parientes (cercanos o distantes), compañeros de trabajo y de estudio. Ex compañeros de Universidad (no es mi caso), de secundaria y primaria…(y algunos de jardín probablemente ,pero uno tiene que tener muy buena memoria para recordar sus nombres).
Hoy, entre este menú, elijo “la Primaria”.
La finalicé (si mi memoria no me falla) en el 84 -casi 26 años atrás- en la Escuela Nro. 31 “Tambor de Tacuarí” (así, con el nombre completito como lo repetía en ese entonces). En Lanús.
Con algunos de mis ex compañeros nos estamos reencontrando en el facebook y ya se planea una reunión para juntarnos nuevamente. De hecho tres de ellos ya lo hicieron. Eso disparó en mi memoria recuerdos y anécdotas. Y esta tarde precisamente rememoraba en familia una de éstas que, por cierto, no fue de las más felices para mí en aquellos tiempos. Vergonzosa sería la definición más exacta. Pero como me considero bastante desvergonzado, paso a contarla (seguramente Silvia, Sandra, Karina, Walter, Edgardo, Pablo, Jorge y Adrian lo van a recordar).
Yo estaba en quinto o sexto grado (o sea, bastante grandecito ya). No recuerdo la fecha. Era un acto de la escuela. Esa tarde tenía que representar, más precisamente bailar un gato. Lógicamente estaba vestido para la ocasión: bombacha de gaucho, botas, camisa, chaleco y pañuelo (no recuerdo el detalle del sombrero).
Ahí estábamos en los preparativos antes de subir al escenario mientras otro grupo actuaba.
De pronto, y como de costumbre tan oportunamente, sentí la necesidad de ir al baño. Me estaba haciendo pis. Traté de aguantar, quizás si calmaba los nervios se me pasaba. Con el transcurrir de los minutos las ganas fueron, digamos, muy intensas.
...
Para seguir leyendo: http://reflexionesdeunpadre.blogspot.com/2010/07/el-gatomojado.html
Comentarios