
Crédito foto: web municipalidad de Alte. Brown.
Seguramente no acertaré en el orden de las canciones (y espero no olvidarme de ninguna) pues no era yo un simple observador tomando nota; y si bien pude filmar algunos tramos del recital (aunque fue difícil mantener el pulso firme) mi intención allí no era registrar como otros disfrutaban sino ser partícipe de la fiesta; entonces por un buen tiempo apagué la cámara y también empecé a rugir.
Luego de interpretar la primera canción, León saludó y agradeció el caluroso recibimiento; dijo que íbamos “a cantar por los Derechos Humanos y la Memoria”…y vaya si lo hicimos.
Gieco dividió los primeros 12 temas en tres etapas: sus primeros años en Buenos Aires que incluyó: “Todos los Caballos Blancos”, “La rata Lali”, “La mamá de Jimmy”, “Malas condiciones” (este nunca lo había escuchado) y “En el país de la Libertad”.
A ambos lados del escenario había sendas pantallas gigantes dónde se podían ver imágenes relacionadas a la canción que interpretaba y a su época. Una forma de ilustrar cada tema.

Siguió luego con “Usuahia a la Quiaca”, un formidable trabajo que León hizo junto a Gustavo Santolalla recorriendo gran parte del país y tocando con distintos artistas (de la talla de don Sixto Palavecino, Leda Valladares por citar solo algunos) en sus lugares de origen con imágenes y sonido ambiente que resultó ser una verdadera joya. Un formidable trabajo, si me permiten el término, antropológico-musical. Pasaron en este segmento “Canción para Carito”, “Cachito Campeón de Corrientes” (me encanta la percusión en la introducción), Kilómetro 11 (el “himno al chamamé”, así lo presentó) y “La Guitarra” dónde le pone música a los versos de Don Atahualpa Yupanqui.
Luego llego el turno de otro hermoso trabajo como es “Mundo Alas” dónde Gieco canta junto a artistas con capacidades diferentes: músicos, bailarines y pintores que demuestran sus dotes artísticas pero, por sobre todo, son verdaderos ejemplos de Vida. Primero presentó el trailer de la premiada película documental que todos aplaudimos a rabiar. Luego interpretó “La Memoria” (un autentico himno que la gente ovacionó) que fue danzada por Demián Frontera y María Laura Vicenti; después tocó el joven Alejandro Davio, otro músico notable que reside en Monte Grande (ahí nomás, casi vecinos) que juntos hicieron “La Colina de la Vida” y “El fantasma de Canterville” (muy buena introducción con la guitarra le hace Davio a este tema). Este segmento fue uno de los más emotivos del recital.
Junto a Alejandro Davio (foto del autor)
La plaza Delguy estaba colmada. Según la municipalidad hubo 40.000 personas. Ante semejante marco el propio León pidió sacarse algunas fotos con la gente detrás. Para el recuerdo de todos, sin dudas.
Siguió después con los clásicos: “De igual a igual”, se los dedicó a “esos hijos de puta” que en Europa culpan a los inmigrantes de la crisis que todavía están viviendo, olvidándose de la ayuda que en los años de la gran guerra nuestro país y America toda le dieron (digo, para vos también Berlusconi sorete, y este corre por mi cuenta). En los “Salieris de Charly” hizo un fuck you con ambas manos cuando cantó la estrofa “nunca tendrás tu calle, Alsogaray”, que el público festejó. “Todos los Orozco” con el video homónimo que parodia de algún modo los 90, “Bandidos rurales”, “Pensar en Nada” (dónde otra vez levantó a la platea y nos hizo saltar a todos). Hubo lugar también para el 2x4 con “Alas de tango”, un tema escrito por Alicia Sherman, su esposa. También interpretó “Yo soy Juan” y “El angel de la bicicleta” cuyas letras hablan de dos jóvenes. El primero de Juan Cabandié, el nieto número 77 recuperado por las Abuelas en el año 2004 y el segundo de Claudio”Pocho” Leprati un joven militante social que fue asesinado en Rosario por la policía, en Diciembre de 2001, cuando desde el techo de un comedor barrial les pedía a los efectivos que “no tiren porque hay pibes comiendo”; frase que León incluye en el tema. En Santa Fe (como en distintas partes de nuestro país) a “Pocho” Lepratti se lo recuerda en las paredes “de barrios y calles” con el dibujo de una bicicleta alada.
Un párrafo aparte merecen otros dos “himnos” de León: “Cinco siglos igual” que lo hizo a capela junto al público dedicándoselo al presidente Evo Morales y el universal “Solo le pido a Dios” (para repudiar toda forma de violencia) con el que cerró cantando junto a los tres integrantes de “Mundo Alas”.

Lamentablemente, y luego de dos horas, llegó el final y toda la banda saludó al público que no paraba de aplaudir y corear el “ole, ole, ole, león…león” a modo de agradecimiento por el inolvidable recital.
No quiero terminar sin mencionar que este evento fue organizado por la Subsecretaría de Derechos Humanos (Subsecretaría de Cultura) de la Municipalidad de Alte. Brown como cierre de la semana “Por la Memoria, la Verdad y la Justicia” en repudio al Golpe del 24/03/76 y el nefasto periodo que se inició con la sangrienta dictadura militar. León fue declarado “Huesped de Honor del partido de Alte Brown” por el Consejo Deliberante y en el escenario el intendente le dio una plaqueta realizada en el museo Sempere y también un guardapolvo firmado por alumnos de distintas escuelas públicas del distrito.
copia+giustozzi.jpg)
Gracias León, fue una tarde-noche sublime para mi...y para muchos.
Comentarios